Desde CeDePesca se iniciaron las reuniones con las instituciones científicas y gubernamentales involucradas en el proceso.

Luego de obtener en el mes de marzo la anhelada certificación bajo el standard del Marine Stewardship Council (MSC), la pesquería de langostino (Pleoticus muelleri) que opera en aguas bajo jurisdicción de la provincia de Chubut atraviesa las instancias organizativas para la implementación del Plan de Acción que busca fortalecer el desempeño de algunos indicadores que serán evaluados a mediados de 2026 como parte de las auditorías de supervisión anuales a las que están sujetas las pesquerías certificadas.

Desde CeDePesca se procuró la firma de avales con diversas ONGs y entidades científicas (Aves Argentinas, CESIMAR, Instituto de Hidrobiología de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y el INIDEP), que forman parte de este proceso de mejora continua.

La líder del proyecto, Tania Zualet, explicó que en mayo “se retomaron las reuniones para avanzar en los objetivos del Plan y preparar los pasos a seguir en la formulación de los planes de investigación durante el primer año y luego, lo esperado para el segundo año”, tomando en cuenta que los planes de investigación deben estar listos para la primera auditoría de supervisión que tendrá lugar en mayo de 2026.

Las reuniones, en principio, fueron con cada entidad y durante el mes de junio se llevó a cabo un encuentro con los responsables de cada equipo de trabajo de las instituciones mencionadas anteriormente.

“Actualmente se están revisando los primeros borradores de los planes de investigación, para luego presentar la propuesta ante el Grupo Cliente (conformado por las empresas participantes en la certificación) y en el mes de septiembre u octubre se prevé dar comienzo a la redacción de las propuestas a presentar para la solicitud de financiación externa.

“En paralelo, con el equipo de INIDEP ya se está avanzando en los primeros objetivos del Plan de Acción”, concluyó.

Cabe aclarar que la certificación tiene una validez de 5 años, y cada año se realiza una auditoría de supervisión para verificar el cumplimiento de los indicadores y de las tareas acordadas en el Plan de Acción. De no cumplirse, la certificación podría suspenderse.