El empresario Rudy Abad de PESMAR destacó el convenio con la ONG para avanzar en el desarrollo y sustentabilidad de la pesquería de jaiba.
Desde hace 30 años Rudy Abad está ligado a la industria pesquera en México. Y desde 2007 inició operaciones con la empresa Pescados y Mariscos del Caribe SA de CV (PESMAR). Entendiendo el potencial que tiene la especie jaiba, dos años más tarde comenzó la producción de carne para exportación.
– ¿Cómo surge el interés por la jaiba?
Es importante la pesquería, pero no está desarrollada. Mucho del producto se vende como materia prima sin ninguna elaboración. Falta desarrollar más el proceso de hacer productos terminados como enlatados, congelados (crab cakes, hamburguesas de jaiba, nuggets), así como también el proceso e industrialización de los desperdicios de la especie (fertilizante, carnada, comida para aves) que se utiliza en países como China o Japón. Por eso diría que la industria de la jaiba en México tiene mucho potencial para desarrollar.
– ¿Por qué no hay muchas empresas que se dediquen a la industrialización de la jaiba?
Hay cuestiones de costos, de mercado y de inocuidad, porque al coser la jaiba, sacarle la carne y hacer un producto listo para llevar a la mesa tienes que obtener unas condiciones especiales y no muchas empresas están dispuestas a tomar ese riesgo y hacer la inversión. Por eso es que queda un campo muy grande para seguir desarrollando la pesquería.
– ¿Cómo surgió el convenio con CeDePesca?
El convenio nació de dos inquietudes. La primera era devolver y crear algo en las comunidades pesqueras. La actividad pesquera es poco valorada, sin embargo, es muy importante para el desarrollo de las pequeñas comunidades pesqueras, pero en México no cuenta con esa visibilidad. La segunda era buscar nuevos mercados para desarrollar productos sustentables y preocupados por la pesca y los pescadores. Sin dudas, dos inquietudes de muy difícil tarea.
– Se puede decir que encontró en CeDePesca un buen socio para avanzar con este proyecto…
La verdad que sí. Supe de CeDePesca a través de su representante en México, Minerva Alonso, ya que ella llevaba tiempo desarrollando una serie de investigaciones y trabajos para diversas organizaciones en el área del mero. Me platicó de la organización y lo que hacían en diversos países. La primera etapa consistió en el entrenamiento del personal para la elaboración del producto. Posteriormente se elaboraron las especificaciones del producto, diseño de empaque y la logística de exportación.
– ¿Cómo definiría su experiencia de trabajo con CeDePesca en una línea?
Satisfactoria y positiva para la actividad pesquera.