LIMA (27/11/2015) – Una reciente declaración de la organización Oceana lamenta la apertura de la segunda temporada de anchoveta, luego de un nuevo informe de IMARPE que permite la captura de 1,1 millones de toneladas de esa especie.
Sus reservas se basan en los siguientes puntos:
• La cuota se ha definido sobre un total de biomasa de 6.07 millones de toneladas
• Para definir la cuota se debe utilizar solamente la población adulta, la que debe ser mayor a 5 millones de toneladas para proteger la sostenibilidad del stock
• Se encontró que el 28% de la biomasa son juveniles (menos de 12 cm de largo)
• Descontando los juveniles, solamente hay 4.3 millones de toneladas de adultos, cantidad insuficiente para permitir la pesca esta temporada
Sin embargo, estos comentarios parecen desconocer que de acuerdo al Protocolo de IMARPE “Estimación de la Captura Total Permisible del stock norte-centro de la anchoveta peruana” (Oliveros-Ramos y Díaz Acuña, 2015), publicado en abril de 2015, plantea que la cuota de pesca debe estimarse de modo que la biomasa reproductiva debe alcanzar el punto biológico de referencia (PBR), estimado en 5 millones de toneladas antes del próximo período reproductivo, y no en el mismo momento que se define la cuota. Por otro lado, ese 28% de ejemplares juveniles encontrados en la campaña conjunta de octubre, serán ya adultos sexualmente maduros antes del inicio de la próxima temporada reproductiva. Además, esta campaña encontró una gran abundancia de ejemplares de edad cero, de alrededor de 6 cm de longitud, cuyo rápido crecimiento modificaría sustancialmente la biomasa en un corto período.
Precisamente a través de un modelo de evaluación y decisión que toma en cuenta esta dinámica de crecimiento, y resta de ella los ejemplares que probablemente serán capturados o mueran por factores naturales, además de considerar la anomalía cálida frente a las costas del Perú (El Niño), es que el IMARPE propuso esta cuota de 1,1 millones de toneladas.
Esa recomendación se ilustra con el gráfico siguiente:
Aquí se muestran los distintos escenarios que podrían presentarse al inicio del próximo período reproductivo (febrero-marzo 2016), indicando, en la zona izquierda del gráfico, que en caso no hubiera una segunda temporada (tasa de explotación 0,000), la biomasa reproductiva alcanzaría 6 millones de toneladas, mientras que en el extremo derecho del gráfico, con una tasa de explotación en condiciones normales (0,354), y con una cuota de 1,9 millones de toneladas la biomasa reproductiva alcanzaría más o menos 4,2 millones de toneladas, localizándose debajo del punto de
referencia biológico de 5 millones toneladas. Para mantener la biomasa encima de ese límite, la tasa de explotación debe ser este año aproximadamente 0,215 (un 40% menor a la normal) y la cuota no debería superar 1,1 millones de toneladas (punto rojo).
Cabe destacar que en el Protocolo de IMARPE se hace expresa referencia a un trabajo del Dr. Jorge Tam y otros siete científicos de IMARPE que establecen el rango de mortalidad permisible de manera de no afectar otras especies que se alimentan de anchoveta, por lo cual la cuota sugerida toma en cuenta ese consumo.
Por otro lado, frente a las alarmas expresadas respecto de la salud de las poblaciones de lobos marinos, es interesante notar que para la Unión Mundial por la Naturaleza (UICN), en su reconocida Lista Roja, las dos especies presentes en Perú no son motivo de preocupación, y para la fracción que habita el Océano Pacífico no se menciona la pesca como un factor de decrecimiento poblacional, sino justamente al fenómeno del Niño.
Consideramos que sí es muy válida y compartimos la preocupación de Oceana respecto al cuidado que debe extremarse en las áreas costeras, donde aparentemente se concentra más del 50% del recurso. Si bien las naves industriales de acero y de madera no pueden acercarse a menos de 5 millas de la costa, existe dentro de dicha zona una pesca denominada artesanal y de pequeña escala, de cerco, que solo debiera pescar anchoveta para el consumo humano, pero que en cambio captura un volumen desconocido, pero importante, para entregarlo en plantas de harina clandestinas.
En un momento tan delicado de la anchoveta, es imperioso extremar los controles para evitar la pesca ilegal a todo nivel, así como impedir el funcionamiento de plantas ilegales de fabricación de harina de pescado.